Digital Restrictions Management (DRM) (siglas en inglés de Gestión Digital de Restricciones) son medidas tecnológicas que restringen lo que las personas pueden hacer con sus computadoras. Los DRM están construidos en el corazón de Windows 7, y muchos servicios de Microsoft imponen los DRM a los usuarios. En algunos casos, Microsoft ha añadido estas restricciones por orden de compañías de TV , de Hollywood y la industria de la música. En otros casos, las DRM de Microsoft van mucho más allá de lo que piden las compañías, lo que sugiere que Microsoft está usando las DRM simplemente para crear una dependencia o que es un defensor de los DRM por derecho propio, el resultado para los usuarios del programa es el mismo...
El miedo monomaniático de las grandes compañías de multimedia es que la gente comparta su material digital multimedia con sus amigos, construyendo una biblioteca pública de trabajos culturales gratis. Las bibliotecas públicas son instituciones maravillosas, y en una era digital se convierten en algo casi milagroso: podemos proveer ahora de acceso universal al conocimiento y la cultura humana—o al menos cualquier cosa que se haya publicado—a un costo mínimo. Lo increíble es que es casi automático: una vez que la gente puede compartir con libertad con sus amigos a través de una red global, ya se tiene una biblioteca pública digital. Las redes P2P son un ejemplo de biblioteca digital, y la web es otro. El valor de estas bibliotecas para el público es histórico e inconmensurable. Pero las compañías de multimedia sirven a sus accionistas, no al público, y por tanto están muy dispuestas a destruir desde su nacimiento, cualquier recurso público que pueda interferir con sus beneficios. La computadora personal está construida desde la base para hacer que la información se pueda compartir fácil y rápidamente. Entonces para que las compañías de multimedia puedan restringir el compartir necesitan de la cooperación total de los fabricantes de software en su nivel más profundo. Aquí entra Microsoft.
Con el fin de evitar completamente el compartir, las compañías de multimedia necesitaban a Microsoft para hacer dos cosas.:
Primero, tenían que asegurarse de que cualquier señal digital estuviera tan bloqueada como un archivo de música o película con DRM. De otra forma usted podría simplemente reproducir un vídeo desde su ordenador hacia otro dispositivo (como una cámara digital) y darle a grabar. Entonces, Windows, cuando reproduce un archivo con DRM, necesita comprobar constantemente para asegurarse que cualquier dispositivo conectado está cooperando con el esquema DRM. Esta anticaracterística se le llama Protected Media Path. Microsoft lo introdujo con Vista, y continúa con Windows 7.
En segundo lugar, las compañías de multimedia necesitan a Microsoft para evitar que otros programas observen el proceso de reproducción e interceptar el audio y vídeo sin cifrar. Después de todo, sigue siendo su computadora, y (por mucho que las compañías de multimedia odien tanto esto) usted puede instalar y correr la aplicación que quiera. Vista y Windows 7 ponen fin a esta laguna jurídica monitoreando todas las aplicaciones que funcionan mientras se está reproduciendo un archivo con DRM. Si Vista o Windows 7 detectan que una aplicación sin aprobación está funcionando, su canción o vídeo simplemente dejará de reproducirse. En la práctica, el cifrado de los esquemas DRM más populares (incluyendo DVD y Blu Ray) ha sido craqueado, y en Internet están disponibles copias libres de DRM de casi cualquier pieza de película o música. Pero los usuarios de Windows 7 y Vista siguen teniendo código trabajando en sus ordenadores—en todo momento—que está intentando limitar su derecho básico de compartir multimedia con el otro y el poder de construir bibliotecas.
Estas restricciones han ido más lejos de lo que muchos hubieran esperado. Por ejemplo, por petición de la NBC, Microsoft ha impedido a los usuarios de Windows Media Center grabar los programas de televisión
que la NBC preferiría que usted no grabara, aun cuando esta clase de
grabación es una característica incluida en el Windows Media Center.
Ellos claman que sólo están siguiendo las regulaciones de la FCC
[siglas en inglés de Comisión Federal de Comunicaciones de los EE.UU],
aunque el Second Circuit Court of Appeals [nombre en inglés de Corte de
Apelaciones del Segundo Circuito] sentenció que el FCC no tiene ninguna
autoridad para hacer esas regulaciones.
Microsoft incluso añade los DRM en contextos donde las compañías de multimedia han desistido. Este año, después de que cada una de las mayores cadenas de música en línea abandonaron las DRM, Microsoft lanzó una tienda de música cargada de DRM para teléfonos móviles. Este servicio de música tiene una encantadora limitación: mucha gente cambia de teléfono entre 6 meses a un año, pero no hay forma de transferir las canciones de un teléfono al siguiente. Si usted cambia de teléfono móvil cada 6 meses, entonces pierde su música cada 6 meses. Pero lo más importante, es que este es un nivel de sistemas de Gestión Digital de Restricciones (DRM) que las compañías de música ya no están solicitando, lo que indican que Microsoft tiene su propia razón para propiciar las DRM: bloquear. Debido a que las DRM crean incompatibilidad artificial, son la herramienta perfecta para amarrar a los usuarios de un servicio a un producto en particular. Cuando la gente compra música desde un servicio de Microsoft, no puede usar ningún otro reproductor de música (como el iPod, por ejemplo). Incluso cuando Microsoft lanzó su propio reproductor de música “Zune”, Zune no reproducía canciones con los DRM de Microsoft “Plays for Sure”, vendidas por otros servicios de música (incluyendo el MTV URGE Music Service incluido en el Windows Media Player 11). La presión de las grandes compañías de multimedia no es la única razón para que Microsoft propicie las DRM; bloquear es central para la estrategia de negocio de Microsoft y los DRM son una excelente manera de conseguirlo.
Microsoft no es la única compañía culpable de esto. Apple, con su software de iTunes, y sus dispositivos Macintosh, iPod, iPhone (en inglés)
y Apple TV también imponen las DRM en los usuarios. Adobe y Sony
también imponen DRM en los usuarios. Pero Microsoft es un usuario
particularmente agresivo de los DRM, y la integración de DRM en los
niveles más profundos de Windows 7 es una razón fundamental para no
comprarlo.
El software libre, por su naturaleza, no tiene soporte para DRM – si se añadieran DRM al software libre, los usuarios y desarrolladores trabajarían sobre ello y lo quitarían.
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